Una lluviosa tarde de Julio, en una fría sala de hospital. yacía casi moribundo, un viejo, hombre de muchas andanzas. Viejo minero, y buscador de éllas. Sin conocerlo a él me presenté: soy Henry amigo de Aníbal, otro viejo minero amigo de él, - gusto en conocerle- Anibal su amigo me ha dicho que Ud. quiere confiar en mi su secreto de toda una vida.-Si -me contestó...este viejo minero, con su barba encanecida y con su rostro marcado por el paso del tiempo... su relato me confío.En un lejano cerro de la cordillera de la costa, llamado el cerro Blanco. Cuando él era un muchacho, una mina de oro, su padre encontró. la que de élla extraía y en lingotes de un kilo su oro él fundía. Para que no se lo robaran en los pies de un olmo, ahi lo enterraba. Así fué como en cueros de oveja diez kilos de oro llegó a tener.
Su padre murío, y al él le dejo el secreto de su entierro. Pero el destino le jugó una mala pasada, sus piernas perdió cortadas por un tren.
Siempre quiso decirle a alguien, que él confiara; el secreto de su riqueza.Esperó y esperó, hasta que en un viejo se convirtió.
Ahora poco antes de morir, me entrega su secreto: para no dejarlo en la tierra perder.
Bueno con el derrotero de esta riqueza, una caravana de caballos y hombres, equipo, y un detector de metales, al cerro Blanco nos diirijimos. Todo un día en subir, por escarpadas laderas, hasta llegar al derrotero, de ese olmo quemado, que a los pies de él: los diez quilos de oro esparándonos estaban, para los que ahi excaváramos
El detector de metales, inmediatamente sus señales nos dió: la excavación de inmediato empezó: palazo tras palazos hasta: que uno de mis hombres abre sus ojos y grita ... "Patrón aquí está.":..En esa tierra que antes no vió la luz. Empezamos a sacar entre restos de cueros de animal. barras y barras de oro: que a la luz de la luna brillban como el Sol. Desde ese día mi suerte cambíó, para mi y esos cuatro hombres que con su tezón, el oro vió la luz y no quedó enterrado para siempre en ese lejano y escarpada Cerro Blanco.-
No es ciencia ficción, es una realidad vivida en la zona central de Chile.-
Su padre murío, y al él le dejo el secreto de su entierro. Pero el destino le jugó una mala pasada, sus piernas perdió cortadas por un tren.
Siempre quiso decirle a alguien, que él confiara; el secreto de su riqueza.Esperó y esperó, hasta que en un viejo se convirtió.
Ahora poco antes de morir, me entrega su secreto: para no dejarlo en la tierra perder.
Bueno con el derrotero de esta riqueza, una caravana de caballos y hombres, equipo, y un detector de metales, al cerro Blanco nos diirijimos. Todo un día en subir, por escarpadas laderas, hasta llegar al derrotero, de ese olmo quemado, que a los pies de él: los diez quilos de oro esparándonos estaban, para los que ahi excaváramos
El detector de metales, inmediatamente sus señales nos dió: la excavación de inmediato empezó: palazo tras palazos hasta: que uno de mis hombres abre sus ojos y grita ... "Patrón aquí está.":..En esa tierra que antes no vió la luz. Empezamos a sacar entre restos de cueros de animal. barras y barras de oro: que a la luz de la luna brillban como el Sol. Desde ese día mi suerte cambíó, para mi y esos cuatro hombres que con su tezón, el oro vió la luz y no quedó enterrado para siempre en ese lejano y escarpada Cerro Blanco.-
No es ciencia ficción, es una realidad vivida en la zona central de Chile.-
Relato verdero de un hecho ocurrido en Chile... Zona Central
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